lunes, 13 de julio de 2015

CALENDARIO DE ACTIVIDADES DE FIN DE CICLO ESCOLAR 2014 - 2015
CORRESPONDIENTES AL MES DE JULIO Y AGOSTO

FECHAS DE APLICACIÓNEXÁMENES EXTRAORDINARIOS
 Y
 PAME 
 (PROGRAMA ADAPTACION AL MEDIO ESCOLAR)

CICLO ESCOLAR: 2015 - 2016

viernes, 10 de julio de 2015

martes, 7 de julio de 2015

Programa de Fortalecimiento de Competencias de Lectura, Escritura y Pensamiento Lógico Matemático

Edward Jenner
 y el origen de las vacunas



C

ada vez con menos frecuencia escuchamos que una persona tiene viruela. Actualmente, la mayor parte de la población está a salvo de este mal, pues contamos con la vacuna que lo previene.
Sin embargo, hace solo un par de siglos, era posible que esta amenazadora enfermedad matara a todas sus víctimas; los médicos no tenían forma de controlarla.
Hace mucho tiempo, los habitantes del este de Estados unidos practicaron un secreto durante un breve tiempo: si a una persona  sana le inoculaban o “sembraban” la viruela de un paciente con síntomas ligeros, aquella no desarrollaría  la enfermedad. Este descubrimiento lo había  llevado desde Turquía la población inglesa; no obstante, no fue muy aceptado y la gente pronto dejó de practicarlo.
La conquista de la enfermedad es atribuida a Edward Jenner, un médico nacido en Gloucester, Inglaterra, en 1749, Jenner estudió medicina en Sodbury y después en Londres, ciudad que abandonó para dedicarse definitivamente a la curación de pacientes en el campo.
En una ocasión, una mujer que cuidaba las vacas de un rancho le dijo que ella no sentía temor por contraer viruela. Jenner intrigado, le preguntó que a qué se debía tal afirmación.
La mujer le respondió que había padecido  cowpox, una enfermedad que se contagia por el contacto constante con las ubres de las vacas y cuyas primeras manifestaciones son enrojecimiento de las manos y aparición de ampollas. Según la mujer, en ese pueblo todos sabían que al contraer cowpox, nunca se contagiaría de viruela.
Jenner sintió una curiosidad inmensa e inmediatamente empezó a indagar sobre la posible relación entre las dos enfermedades.
Pasó 18 años investigando diversos casos clínicos, hasta descubrir que aquella creencia popular era cierta. Pensó, además, que si lograba “introducir” el virus del cowpox en las personas, éstas resultarían inmunes al virus de la viruela.
En 1798, a pesar de una violenta oposición, arriesgó su carrera al inocular en público a un niño con el virus del  cowpox, haciéndole un corte en el brazo e insertando restos de piel de una mujer que había estado contagiada. Aunque el niño desarrolló, esta enfermedad, lo verdaderamente importante fue que no desarrolló viruela ni aún después de estar en contacto con otros enfermos.
Así, Jenner consiguió un importante logro médico a través de sus experimentos, y derrotó definitivamente la enfermedad. Su descubrimiento fue llamado “vacuna”, debido a que, tanto la viruela como el cowpox, provienen de un virus conocido como vaccinia (palabra de origen latino) por su relación con las ubres de las vacas.
A pesar de que no fue él el primero en utilizar éste método, si fue el primero en publicar los resultados y establecer la práctica de la vacunación con bases científicas. Su trabajo inspiró a más de uno, entre ellos Luis Pasteur, y ha permitido desarrollar la ciencia de la inmunización, la vacunación y la medicina preventiva hasta nuestros días.
Adaptación en español de Edward Jenner en www.sc.edu.library. Fecha de consulta: 25 de noviembre de 2008.