Programa de Fortalecimiento de Competencias de Lectura, Escritura
y Pensamiento Lógico Matemático
Edward Jenner
y el origen de las vacunas
ada
vez con menos frecuencia escuchamos que una persona tiene viruela. Actualmente,
la mayor parte de la población está a salvo de este mal, pues contamos con la
vacuna que lo previene.
Sin
embargo, hace solo un par de siglos, era posible que esta amenazadora
enfermedad matara a todas sus víctimas; los médicos no tenían forma de
controlarla.
Hace
mucho tiempo, los habitantes del este de Estados unidos practicaron un secreto
durante un breve tiempo: si a una persona sana le inoculaban o “sembraban” la viruela de
un paciente con síntomas ligeros, aquella no desarrollaría la enfermedad. Este descubrimiento lo
había llevado desde Turquía la población
inglesa; no obstante, no fue muy aceptado y la gente pronto dejó de
practicarlo.
La
conquista de la enfermedad es atribuida a Edward Jenner, un médico nacido en
Gloucester, Inglaterra, en 1749, Jenner estudió medicina en Sodbury y después
en Londres, ciudad que abandonó para dedicarse definitivamente a la curación de
pacientes en el campo.
En
una ocasión, una mujer que cuidaba las vacas de un rancho le dijo que ella no
sentía temor por contraer viruela. Jenner intrigado, le preguntó que a qué se
debía tal afirmación.
La
mujer le respondió que había padecido cowpox, una enfermedad que se contagia por
el contacto constante con las ubres de las vacas y cuyas primeras
manifestaciones son enrojecimiento de las manos y aparición de ampollas. Según
la mujer, en ese pueblo todos sabían que al contraer cowpox, nunca se contagiaría de viruela.
Jenner
sintió una curiosidad inmensa e inmediatamente empezó a indagar sobre la
posible relación entre las dos enfermedades.
Pasó
18 años investigando diversos casos clínicos, hasta descubrir que aquella
creencia popular era cierta. Pensó, además, que si lograba “introducir” el
virus del cowpox en las personas,
éstas resultarían inmunes al virus de la viruela.
En
1798, a pesar de una violenta oposición, arriesgó su carrera al inocular en
público a un niño con el virus del cowpox, haciéndole un corte en el brazo e
insertando restos de piel de una mujer que había estado contagiada. Aunque el
niño desarrolló, esta enfermedad, lo verdaderamente importante fue que no
desarrolló viruela ni aún después de estar en contacto con otros enfermos.
Así,
Jenner consiguió un importante logro médico a través de sus experimentos, y derrotó
definitivamente la enfermedad. Su descubrimiento fue llamado “vacuna”, debido a
que, tanto la viruela como el cowpox,
provienen de un virus conocido como vaccinia
(palabra de origen latino) por su relación con las ubres de las vacas.
A
pesar de que no fue él el primero en utilizar éste método, si fue el primero en
publicar los resultados y establecer la práctica de la vacunación con bases
científicas. Su trabajo inspiró a más de uno, entre ellos Luis Pasteur, y ha
permitido desarrollar la ciencia de la inmunización, la vacunación y la
medicina preventiva hasta nuestros días.
Adaptación
en español de Edward Jenner en www.sc.edu.library. Fecha de consulta: 25 de noviembre de 2008.